Otro día más en la oficina. Abres el correo y no hay nada interesante. Auguras un día aburrido deseando que llegue la hora del café. De pronto entra un correo, han descubierto un posible cometa ¿te enteras por el correo que ha llegado? No, te enteras porque toda la industria a tu alrededor se ha puesto en marcha, cada segundo cuenta.
La llegada de un nuevo cometa al sistema solar interior es una fuente de riqueza intelectual, un nuevo paso para desentramar el complejo funcionamiento del Universo. Saber todo lo que se pueda de él es primordial para obtener u orientar nuevos hallazgos, ¿pero por qué?
Un cometa es un cuerpo celeste que viene de un rincón del Universo muy lejano, como puede ser la Nube de Oort. Se acercan para que podamos observarlos más de cerca y facilitarnos el estudio de la zona de la que vienen. Pueden tener periodos cortos o largos, teniendo la mayoría de ellos una única oportunidad en la vida para poder observarlos.
El cometa de la fotografía fue el cometa más destacable del año 2023, el llamado C/2022 E3 ZTF, y nos viene muy bien para explicar las partes de un cometa. Lo más brillante es el propio cometa, pueden ser de diferentes colores en función de su composición. La cola que va hacia abajo es la cola iónica, compuesta por gases y siempre opuesta a la dirección del Sol, ya que surge de la interacción del cometa con los vientos solares. La cola que se dirige hacia arriba a la izquierda es la cola de polvo, que puede curvarse en función de la trayectoria del cometa y tiene su origen en la presión de la radiación del Sol. Algunos, como este, pueden tener una tercera cola llamada anticola, y es un efecto visual que puede darse cuando la Tierra se encuentra en el mismo plano orbital del cometa.
Objetos así sólo se ven una vez en la vida, os animamos a observar el siguiente cometa que nos visite. Puede que seamos los únicos en todo el Universo que podamos disfrutar de él.